Bienvenido

Photobucket

Parte II Relación con Sócrates

lunes, 22 de febrero de 2010

La apología de Sócrates es el texto que marca un hito en el pensamiento filosófico. Representa un parte aguas para el estudio de la filosofía como una disciplina especulativa en relación al hombre y el cuidado del alma. La figura central corresponde a un individuote setenta años que por primera vez comparece ante el tribunal, llamado Sócrates de Alopeké, hijo de un picapedrero y una comadrona, al parecer bastante conocido en la ciudad donde se le acusa de:

<> Así como también de <> acusaciones a las que no se duda en adjudicarles no sólo un nombre y un rostro, sino toda una cultura y un trasfondo que lleva ya más de 23 años gestándose en las filas de los teatros más importantes de la península ática, entre ellos el Teatro de Dionisios donde se ha presentado el padre de dicho pensamiento: Aristófanes, autor de una de las críticas más mordaces a la educación impartida por la sofística, a las mujeres, a los nuevos poetas, a la democracia, a la guerra, a la política, en fin a gran cantidad de inconvenientes a los que representaciones como las epopeyas homéricas o las tragedias de Sófocles no dignarían a voltear el rostro.

Sócrates en su apología señala dos clases de acusadores: Los primeros a los que lo han acusado recientemente (Ánito, Méleto y Licón) y los segundos a los que ya nos hemos referido y que a juicio de Sócrates representan los más temibles, a los que no puede decir sus nombres (posiblemente por el uso de máscaras en el teatro) a no ser de cierto comediógrafo, (alusión directa a Aristófanes). Es preciso pues que su defensa sea dirigida a los segundos, pues no sólo el orden cronológico lo ordena, si no la importancia de los sentimientos negativos gestados contra Sócrates a lo largo de los años de desarrollo de los ciudadanos allí presentes.

Empieza por negar tajantemente toda relación con el personaje de la comedia aristofánica, señala: […] veríais a cierto Sócrates que era llevado de un lado a otro afirmando que volaba y diciendo otras muchas necedades sobre las que yo no entiendo ni mucho ni poco.

En efecto, en la comedia Las Nubes de Aristófanes podemos confirmar la existencia de un cierto Sócrates, colgado de una canasta, caminando por los aires y pasando revista al sol. Todavía en el Fedón (96a-100a) localizamos un relato biográfico que Platón pone en boca de Sócrates sobre su tendencia de juventud por prestarle atención a lo que llaman filosofía de la naturaleza. El relato parece rendirle crédito a la postura Aristofánica de poner a Sócrates como filósofo preocupado en encontrar las causas primeras. Sin embargo el relato relata la pérdida de interés que poco a poco acontece en el joven Sócrates. En tanto se refiere al primer cargo parece que efectivamente, algo ha tenido que ver Sócrates para verse inmiscuido en ello, aunque sea por una breve temporada.

A lo que se refiere al segundo cargo de corrupción de menores, no cabe duda que frente a la vieja propuesta de la educación, compuesta por: poesía, música y atletismo. Tenemos un nuevo tipo de educación mucho más familiarizada con el medievo y las artes liberales. Precisamente al entrar nuestro héroe al “pensadero” nos permite echar un leve vistazo al tipo de educación impartida por los representantes de la “nueva educación”. La representación del “pensadero” es enteramente una parodia de las escuelas, los cultos sectarios que se proveían como de un aura mística para jalar con ello adeptos o practicantes de la doctrina impartida.

La cuestión radica en que si era la intención de Aristófanes revelarnos datos fidedignos sobre la personalidad de Sócrates, o si por otro lado centra su atención en un objetivo mucho más grande, en el que da la casualidad que Sócrates se encuentra justo en medio de la línea de tiro.

La razón fundamental para estudiar las comedias de Aristófanes es aprender de ellas su comprensión de la relación entre naturaleza o physis y ley/costumbre o nomos. En el caso de Las Nubes, la obra versa sobre el modo como Sócrates intenta realizar la alteración de la ley y las costumbres y las causas que hacen fracasar dicho intento.

Observemos que no es Sócrates en el que se centra la historia, sino en un héroe determinado que bajo sus intenciones, esconde lo que a mi parecer representa la verdadera problemática social a la que la comedia dirige su atención. Es posible que el perfil psicológico de los personajes componga y represente un determinado sector político, al que el comediógrafo se dirige. Sócrates representaría la nueva sofistica, los nuevos métodos de educación o paideia; Estrepsíades, el amplio sector de la población que opta por los discursos de moral, y Fidípides a las nuevas generaciones criadas en la comodidad, pero incapaz de sostener una vida aristocrática.

Sin embargo habría que ver si esas son las intenciones del poeta. De ser así tendríamos un esquema estructural de la obra que desproveería de todo contexto dionisíaco, recordemos que esta comedia se presenta en las Grandes dionisíacas, festividades en honor a Dionisio, dios del vino y la embriaguez, en contraposición con Apolo dios de la claridad y buen juicio al que Sócrates cree complacer cuando cumple su “labor divina” de indagar entre los hombres uno siquiera que fuese más sabio que él sin tener éxito y en el camino conseguir muchos más enemigos que amigos.

La contraposición entre lo Apolíneo y Dionisíaco que F. Nietzsche distingue en El nacimiento de la tragedia, no puede ser más claro. La contraposición entre Sócrates y Aristófanes de la misma forma.

Si queremos analizar la obra de Aristófanes debemos estar al tanto de qué es lo que se señala antes de entrar y dejarse seducir por la risa dionisiaca. Para analizar las nubes por tanto, hay que dejar de lado los afanes de sincronía histórica o fidelidad a la realidad, para dejarse llevar por la comedia misma, que sin embargo no pierde el hilo conductor.

0 comentarios: