La simpleza de este ensayo no requiere de otra cosa más que su atención, no es mi intensión demostrar nada de lo que no se haya pensado. Sólo representa un análisis fenomenológico alrededor del cine, que de vez en cuando cabila en terrenos de la ética y la moral. El mensaje vertido tiene más familiaridad si se le escucha con oídos de una charla de café entre amigos que como un ensayo propuesto en una ponencia. Escuchado de ese modo la charla fluye sin pretensión alguna más que el de intercambiar opiniones por el simple placer de haber encontrado alguien que con quien compartirlas. Los títulos, las experiencias, las sugerencias se proponen como una promesa a vernos en otra ocasión. El cine es un concepto tan grande que se enriquece y regenera a cada momento que se vuelve difícil permanecer en una misma apreciación. Por mi parte permanezco abierto a interpretaciones alternas a la idea de ver el cine, además de invitarlos a todos ustedes a continuar dando un juicio constructivo sobre el mismo. Que comience la función.
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1 comentarios:
Como dije, esto será sencillo, siempre me ha agradado eso. Desde mi posición de estudiante de filosofía de 3er semestre pude haber tomado las teorías de otros filósofos, pero no se me hacía del todo sincero exponer lo que ellos pensaban, así que decanté lo que tenía en mi cabeza y la introducción pretende dejar en claro eso.
Como sea debí haber agradecido al maestro García Olvera por su asesoría, ha sido muy paciente conmigo.
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