La filosofía se ha desarrollado a lo largo de los siglos en los distintos terrenos del hombre. Hoy en día es impartida por medio de una licenciatura sin pasar de largo todo ese desarrollo; sin embargo, el objetivo a mi parecer, no se centra en este desarrollo; sino en las ideas que han trascendido. El estudiante de filosofía contextualiza el pensamiento de cada uno de sus autores y se piensa a sí mismo como punto culminante del conocimiento desarrollado. Los escritos que se estudian dejan vislumbrar una cierta doctrina del desarrollo filosófico ofreciendo una respuesta a las distintas cuestiones planteadas.
Concebimos a la licenciatura como una composición de corrientes filosóficas a la que uno habría de seleccionar la de su interés particular y adherirse, para poder centrar su conocimiento a una rama de estudio especializado. Obtenemos una serie de cuestiones formuladas por los pensadores de cierta época, nos plateamos una tesis y hablamos de ella fundamentándonos en el pensamiento anterior. Así hablamos de aquellos pensadores que se presumen provenientes de alguna doctrina en particular, los encontramos Kantianos, Hegelianos, Marxistas, Racionalistas, Fenomenólogos, etc.
Como estudiantes de filosofía somos herederos de un conocimiento milenario y trascendental, eso en algún sentido es lo que provee de recursos a la licenciatura para no ser olvidada en el tiempo o hace que permanezca íntegra sin ser diseccionada a pesar de sus objetivos tan bastos y hasta ahora interminables. El conocimiento que la filosofía resguarda es desbordante, encerrarlo en unos cuantos años de carrera sólo provoca un cierto movimiento de inquietud, cuando adentrarse en ella requiere un movimiento total del hombre. No bastaría una vida para comprender todo lo que su desarrollo provee. Tal vez sea esa la razón por la que se formula en cierto diálogo Platónico que la filosofía más allá de la vida, es una vocación de muerte. (Fedón 64a)
Es posible también, que al haber englobado el pensamiento de los distintos hombres que se hacen ostentar como filósofos en una carrera en particular, se caiga bajo el vicio de creer que todos observaban en la misma dirección; pues la filosofía nunca se ha caracterizado por hacerse bastar en una sola corriente, ni por servir de herramienta inmediata a los problemas fundamentales del hombre. Por el contrario; el concepto se ha planteado como una constante discusión de las distintas escuelas, presumiblemente filosóficas, alrededor de planteamientos no necesariamente útiles al quehacer de la sociedad civilizada.

Los textos, por otra parte, tampoco apoyan todo su pensamiento a la instrucción didáctica del estudiante avanzado, contimás del neófito que intenta entrar en dichos conocimientos bajo el prejuicio de que eso le acercará más a lo que, bajo su criterio, logra comprender por verdad o la explicación de la misma, sólo por citar algún ejemplo. Es común que bajo los escritos, sobre todo los antiguos, se plantee una doctrina bajo un tipo de discurso que encripta ciertos elementos no mencionados tan claramente y que sólo bajo la luz de una interpretación en particular uno sería capaz de descifrar lo inefable del lenguaje vertido en el texto.
El rastro de esos hombres en la historia de la filosofía deja a su paso distintos pensamientos de este tipo. Ocurre que lo que ahora podemos estudiar son textos no sólo para instruir al estudiante, o para nutrir una postura en particular; al mismo tiempo son vestigios que sirven de testimonio de los ritos de iniciación a alguna doctrina, secta o religión pues es distinto cómo concibe el estudio de la filosofía, un antiguo de un moderno.
A lo que me dirijo se centrará en reflexionar en algunos elementos heredados de la antigüedad al Medievo, que puedan dar una aproximación a lo que consiste la filosofía para el pensador de aquellos tiempos e indirectamente hacer un exhorto al estudiante para que al recurrir a estos textos sea cuidadoso con su lectura, pues esconden elementos que bien podrían pasar inadvertidos y en vez de ser considerados como son, textos de conversión e iniciación, se les tome como una filosofía. Consiste en la revisión de algunos fragmentos que revelan el carácter religioso de la educación filosófica antigua, hereda a la medieval. Esto es debido a que pareciera que de la educación griega clásica a la que se adopta después, existe un fuerte contraste que les hace diferenciar la una de la otra, pero que sin embargo considero unidas en esencia por el lado de la educación y el desarrollo intelectual del filósofo. Los textos se irán citando conforme se vallan requiriendo, pero por ahora me consideraré satisfecho si se ha entendido el punto. Un saludo.
Concebimos
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